Biohaking

A PROPÓSITO DE BIOHACKING, DEPORTE Y FILTROS OFTÁLMICOS: UNA ALIANZA PARA OPTIMIZAR EL RENDIMIENTO HUMANO

FILTROS Y TRATAMIENTOS

Dr. Marco Aurelio Torres Segura

11/11/20253 min leer

En los últimos años, el biohacking ha dejado de ser una práctica marginal para convertirse en una tendencia global entre deportistas, profesionales de la salud y promotores del bienestar. Este movimiento se basa en la idea de optimizar el cuerpo y la mente mediante intervenciones tecnológicas, nutricionales y conductuales que mejoran el rendimiento físico y cognitivo. Entre las herramientas más innovadoras del biohacking moderno se encuentran los filtros oftálmicos especializados, que pueden ofrecer ventajas significativas para atletas y personas activas.

El biohacking deportivo busca maximizar la eficiencia del cuerpo humano mediante estrategias como la nutrición personalizada, la monitorización del sueño, la suplementación inteligente o la exposición controlada a estímulos sensoriales. En este contexto, la visión juega un papel fundamental: más del 80% de la información que un atleta procesa durante una competición es visual.

Mejorar la percepción, la velocidad de reacción y la protección ocular se ha convertido en una forma de “hackear” el rendimiento deportivo sin recurrir a métodos invasivos.

Los filtros oftálmicos, ya sean en lentes de contacto, gafas deportivas o visores inteligentes, son una herramienta de biohacking visual que puede modificar la forma en que la luz llega a la retina y, en consecuencia, cómo el cerebro procesa la información visual.

Existen distintos tipos de filtros con aplicaciones específicas:

· Filtros fotoselectivos: reducen la fatiga visual y mejoran el contraste en entornos de alta luminosidad (por ejemplo, lentes ámbar o marrones para deportes al aire libre).

· Filtros para luz azul: limitan la exposición a longitudes de onda de alta energía, especialmente útiles para deportistas que entrenan en interiores o utilizan pantallas digitales.

· Filtros de espectro optimizado: mejoran la discriminación de colores o el tiempo de reacción en disciplinas que requieren precisión visual, como el tiro con arco o el ciclismo.

· Filtros neuroópticos (de última generación): se están investigando por su capacidad para modular la activación cortical y mejorar la concentración o la recuperación visual tras el esfuerzo.

Adicionalmente, el control de la luz es una de las estrategias más potentes de biohacking, ya que la exposición a diferentes espectros lumínicos puede influir en el ritmo circadiano, la secreción de melatonina y el estado de alerta. Un deportista que entrena al amanecer puede usar filtros que potencien la luz azul para estimular la vigilia, mientras que al finalizar la jornada puede utilizar lentes con filtro ámbar para facilitar la relajación y el sueño reparador. Así, los filtros oftálmicos no solo protegen los ojos, también optimizan la biología interna.

Finalmente, es importante tener en cuenta que el futuro del deporte y el biohacking pasa por la personalización integral: desde la genética hasta la óptica. Los filtros oftálmicos representan una interfaz tangible entre la tecnología y la biología, capaces de modular la experiencia sensorial y mejorar tanto el rendimiento como la recuperación del atleta. En esta era donde la ciencia y el deporte convergen, aprender a “hackear la visión” podría ser el próximo gran paso hacia el máximo rendimiento humano.

Marco Aurelio Torres Segura, OD.

Coordinador Académico CAMPLUS

Director científico Laboratorio Óptico Visualizamos

A PROPÓSITO DE BIOHACKING, DEPORTE Y FILTROS OFTÁLMICOS: UNA ALIANZA PARA OPTIMIZAR EL RENDIMIENTO HUMANO