Lentes Oftálmicos: Tratamientos y Relación Ojo-lente

A PROPÓSITO DE FILTROS TERAPÉUTICOS

ÓPTICA OFTÁLMICA

Dr. Marco Aurelio Torres Segura

5/13/20257 min leer

A PROPÓSITO DE FILTROS TERAPÉUTICOS

Los filtros oftálmicos son dispositivos especializados que se emplean para bloquear o atenuar la transmisión de ciertas longitudes de onda y radiaciones dentro del espectro visible y el espectro electromagnético. Estos filtros permiten una mayor precisión en el control de la luz, mejorando la calidad de la imagen y reduciendo los efectos perjudiciales de las radiaciones no deseadas.

El objetivo de estos dispositivos es proteger los tejidos oculares, disminuir la fatiga visual y mejorar la calidad de la visión. Además, ayudan a controlar la sensibilidad lumínica al reducir el deslumbramiento, mejorar el contraste entre los objetos y el fondo, y disminuir la intensidad de la luz, beneficiando así a pacientes con condiciones oculares específicas.

Para lograrlo, en la fabricación de estos dispositivos se emplean materiales con propiedades ópticas específicas de transmisión, absorción y reflexión. Estos materiales se aplican en la superficie o en la masa del lente, con espesores controlados que permiten filtrar selectivamente ciertas longitudes de onda. Dependiendo de su mecanismo, los filtros pueden clasificarse en filtros de absorción, reflexión, interferencia y difracción.

Los filtros terapéuticos deben ser recetados por un profesional tras una evaluación integral del sistema visual y de las necesidades específicas de la visión del paciente. Para ello, se utiliza una caja de pruebas con filtros numerados diseñada específicamente para este propósito. Esto asegura que la corrección final sea precisa y se acompañe de recomendaciones de uso y monitoreo, evitando así posibles efectos secundarios.

En tratamientos de optometría y oftalmología, los filtros terapéuticos son herramientas esenciales para mejorar las condiciones de visión y mitigar los síntomas asociados a problemas visuales. Estos filtros operan al reflejar, absorber o transmitir selectivamente la luz de diferentes longitudes de onda. Dependiendo de su función, se emplean para reducir la sensibilidad a la luz, mejorar el contraste, disminuir el deslumbramiento y el brillo, bloquear frecuencias específicas de la luz, y optimizar la visión en entornos con iluminación intensa o reducida.

La sensibilidad al contraste se refiere a la capacidad del sistema visual para detectar pequeñas diferencias entre tonos y colores y percibir detalles en imágenes y objetos bajo diferentes condiciones de iluminación. Esta capacidad puede verse afectada por condiciones oculares como cataratas, glaucoma, degeneración macular, así como por la edad, condiciones de iluminación extremas, problemas visuales como miopía, hipermetropía, astigmatismo y presbicia, y la fatiga visual. Para mejorar la sensibilidad al contraste, se pueden utilizar filtros terapéuticos especializados, que no solo ayudan a mejorar la calidad de la visión, sino que también proporcionan mayor comodidad visual y protegen los tejidos oculares.

Los filtros se pueden clasificar según su función y aplicación en varias categorías: de contraste, de color, por polarización, de frecuencia y selectivos.

Los filtros de contraste son dispositivos ópticos diseñados para mejorar la visibilidad y claridad de imágenes o textos, reduciendo el brillo y mejorando el contraste entre colores. Se pueden dividir en filtros de color (mejoran el contraste entre colores), filtros de densidad neutra (reducen el brillo general y la reflexión) y en filtros de polarización que reducen el reflejo y el brillo), como por ejemplo los filtros denominados F60, F451, F452 para personas con condiciones oculares degenerativas como la retinosis pigmentaria o la retinopatía diabética.

Los filtros de color son dispositivos ópticos diseñados para seleccionar y bloquear ciertas longitudes de onda de luz, permitiendo el paso únicamente de colores específicos. Esto se logra gracias a sus características de corte, transmisión y absorción de la luz. Los filtros de color se pueden clasificar en varias categorías, incluyendo: filtros de color primarios (rojo, verde, azul), secundarios (amarillo, magenta), filtros de color neutro (gris, blanco, negro) y filtros de colores especializados (ultravioleta, infrarrojo, polarizados).

Los filtros polarizados son dispositivos ópticos diseñados para reducir el deslumbramiento y los reflejos causados por la luz reflejada en superficies brillantes como el agua, el vidrio o el asfalto. Estos filtros funcionan al bloquear la luz polarizada horizontalmente, permitiendo solo el paso de la luz polarizada verticalmente, lo que mejora la claridad y el contraste de la visión. Se utilizan generalmente en lentes de sol, lentes para la conducción y para algunos deportes y actividades al aire libre.

Se utilizan para corrección del daltonismo (filtro de color amarillo), para mejorar la visión en condiciones de baja iluminación (filtro de color rojo) o para reducir la sensibilidad (filtro de color azul) y para mejorar la visión a personas con discapacidad visual.

Los filtros de frecuencia son dispositivos ópticos diseñados para bloquear o filtrar ciertas frecuencias del espectro electromagnético que pueden ser perjudiciales. Estos filtros se utilizan para tratar condiciones visuales y neurológicas, y se dividen en varias categorías según sus propiedades específicas: Filtros de luz ultravioleta (100-400 nm) que protegen las estructuras del globo ocular al bloquear las radiaciones ultravioleta que pueden causar daño; Filtros de luz azul (400-450 nm) que bloquean las frecuencias de alta energía que interfieren con el ciclo circadiano, alteran el sueño, causan fatiga visual y generan el síndrome de visión por computadora; Filtros de luz infrarroja (780-1400 nm) que impiden la penetración de la luz infrarroja que puede provocar alteraciones en el globo ocular. Ejemplos específicos incluyen los filtros F480, F550, F527 y F600, cada uno de ellos diseñado para bloquear frecuencias específicas y proporcionar protección adicional según las necesidades del paciente.

Los filtros selectivos permiten el paso de ciertas longitudes de onda mientras bloquean otras, ofreciendo una selección más precisa de las frecuencias de luz que se transmiten. Estos filtros son especialmente valiosos en aplicaciones médicas y diagnósticas. Por ejemplo, los filtros de tecnología de radiación de baja intensidad (Low Light Radiation) con cortes específicos pueden ayudar en el diagnóstico y manejo de varias condiciones oculares, tales como: atrofia del nervio óptico, cataratas, degeneración macular relacionada con la edad, glaucoma, retinopatía diabética y retinosis pigmentaria.

Estos filtros se dividen en diferentes tipos según sus especificaciones y aplicaciones, incluyendo los filtros F400, F450, F500, F511, F527 y F550. Cada tipo de filtro está diseñado para bloquear frecuencias específicas y permitir el paso de aquellas que pueden mejorar la calidad de la visión y proporcionar mayor comodidad visual a los pacientes. Algunas aplicaciones especificas son las siguientes:

El filtro de color verde claro F510 está diseñado para filtrar la luz azul en el rango comprendido entre 400 y 450 nm. Este filtro es especialmente efectivo para mejorar la lectura, reducir la fatiga visual y disminuir la sensibilidad a la luz. Además, proporciona una mayor comodidad visual y puede ser beneficioso para personas que pasan mucho tiempo frente a pantallas digitales o en entornos con iluminación artificial intensa.

El filtro F585 está diseñado con un corte en 585 nm, lo que le permite proteger al 100% contra radiaciones UVB y UVA. Este filtro es especialmente útil en el diagnóstico y tratamiento de diversas condiciones oculares, como la distrofia de conos y bastones, la enfermedad de Stargardt y la retinosis pigmentaria. Al filtrar de manera eficiente las longitudes de onda dañinas, el filtro F585 mejora la calidad visual y proporciona mayor comodidad a los pacientes con estas condiciones.

El filtro FC1 está diseñado con un corte en 527 nm, lo que permite bloquear de manera eficaz el 85% de las radiaciones UVB y UVA. Este filtro es especialmente útil para proteger los ojos de los efectos dañinos de las radiaciones ultravioleta; reducir el deslumbramiento y mejorar el confort visual; aumentar la nitidez y la claridad de la visión, especialmente en condiciones de baja iluminación, como durante la conducción nocturna; mejorar la percepción del contraste, lo que es crucial para una conducción segura y efectiva en la oscuridad. Estos beneficios hacen del filtro FC1 una excelente opción para aquellos que requieren una protección adicional contra los rayos UV y necesitan optimizar su visión en situaciones de poca luz.

Actualmente se están implementando tratamientos especializados para la migraña que aplican filtros terapéuticos adecuados, dependiendo de la anamnesis y las necesidades del paciente. Estos tratamientos se realizan de la siguiente manera: bloquear la luz azul por su alta frecuencia y energía emitida por pantallas digitales; mejorar el contraste, reducir el brillo y aliviar la sensibilidad a la luz; reducir los reflejos y el brillo como causantes de tensión visual; y bloquear frecuencias específicas del espectro visual.

Para el autismo, el uso de filtros terapéuticos ofrece varios beneficios importantes: reducción de la sensibilidad a la luz que ayudan a atenuar las luces brillantes y las frecuencias específicas que pueden resultar incómodas para las personas con autismo; mejora de la atención y la concentración al reducir la distracción visual provocada por luces intensas o cambios rápidos de iluminación; reducción del estrés y la ansiedad al disminuir la sobrecarga sensorial visual; y mejora de la comunicación y la interacción social al reducir las distracciones visuales y aumentar el confort visual, dado que las personas con autismo pueden sentirse más seguras y menos abrumadas por su entorno visual.

En la dislexia, el uso de filtros terapéuticos puede mejorar significativamente la lectura al reducir la confusión visual y la fatiga ocular. Estos filtros también ayudan a mejorar la ortografía y la comprensión al disminuir las distracciones visuales que dificultan la concentración.

En general, los filtros terapéuticos han mostrado ser efectivos en el tratamiento de otras condiciones visuales y neurológicas, tales como: daltonismo, acromatopsias, baja visión, fotofobia, migrañas y cefaleas, fatiga visual, autismo, cataratas, glaucoma, degeneraciones maculares, epilepsia y esclerosis múltiple.

Los filtros terapéuticos son herramientas ópticas esenciales que pueden mejorar significativamente la calidad de vida de los pacientes con diversas condiciones visuales y neurológicas. Al seleccionar y bloquear determinadas longitudes de onda de luz, estos filtros no solo mejoran la visión, sino que también reducen la fatiga visual y la sensibilidad, proporcionando una mayor comodidad y bienestar. El uso adecuado y personalizado de estos filtros ha demostrado alcanzar grandes resultados de mejoría y satisfacción del paciente.

Marco Aurelio Torres Segura, OD.

Coordinador Académico CAMPLUS

Director científico Laboratorio Óptico Visualizamos