Presbicia: El envejecimiento natural de la visión cercana

A PROPÓSITO DE LA PRESBICIA

DEFECTOS REFRACTIVOS

Dr. Marco Aurelio Torres Segura

8/5/20254 min leer

A PROPÓSITO DE LA PRESBICIA

La presbicia o insuficiencia acomodativa, es un trastorno refractivo fisiológico inevitable que afecta la capacidad del ojo para enfocar objetos cercanos, intrínsecamente ligado al proceso de envejecimiento del aparato visual, que se caracteriza por una pérdida gradual y bilateral de la capacidad del ojo para enfocar objetos a distancias cercanas. Este fenómeno, que normalmente inicia su manifestación clínica después de los cuarenta años, se debe a cambios estructurales en el cristalino y algunas alteraciones funcionales en el sistema de acomodación del ojo.

Clínicamente, se evidencia por la dificultad para leer letras pequeñas, la necesidad de aumentar la distancia de lectura, la fatiga visual al realizar tareas de cerca prolongadas y a menudo, la necesidad de buena iluminación para leer asociados a cansancio y dolores de cabeza.

Aunque no es una enfermedad en el sentido estricto, su impacto funcional y la creciente expectativa visual de los pacientes la han convertido en un desafío clínico de primer orden en nuestra práctica y un reto en el desarrollo de ayudas visuales a la industria.

La etiología de la presbicia es multifactorial, aunque el envejecimiento del cristalino es el principal contribuyente. Con el paso de los años, el cristalino experimenta un proceso de esclerosis (endurecimiento y aumento de la densidad del núcleo del cristalino) y una disminución de su crecimiento, que hace que su superficie se vuelva más esférica y menos adaptable.

Lo que resulta en un aumento de su rigidez y una disminución progresiva de su elasticidad, que normalmente cambia de forma para enfocar (acomodación), volviéndose más rígido y menos flexible.

Ópticamente, el gradiente interno del índice de refracción del cristalino es otro factor a considerar en el desarrollo e incremento de la presbicia por la edad.

Paralelamente, el músculo ciliar, encargado de la acomodación mediante la modulación de la tensión en las fibras zonulares que rodean al cristalino, puede experimentar una reducción en su capacidad contráctil o sufrir cambios degenerativos. Por lo tanto, y como conclusión de la etiología de la presbicia; la combinación de un cristalino menos flexible, el gradiente interno en sus índices de refracción y una respuesta ciliar alterada compromete la habilidad del ojo para ajustar su enfoque a diferentes distancias, manifestándose clínicamente como presbicia.

Epidemiológicamente hablando, la presbicia es una condición refractiva de alta prevalencia a nivel mundial, afectando virtualmente a toda la población adulta a medida que envejece. Se estima que más del 80% de las personas entre 45 y 60 años presentan algún grado de presbicia, y su incidencia aumenta significativamente después de los 40 años. Si bien la edad es el factor de riesgo primordial, la prevalencia puede variar ligeramente entre diferentes poblaciones debido a factores genéticos, ambientales y socioeconómicos, así como por factores que pueden adelantar su aparición (ej. ciertas enfermedades sistémicas como diabetes, uso de algunos medicamentos). La presbicia representa un desafío significativo para la salud visual de la población adulta mayor, impactando su capacidad para realizar actividades cotidianas y laborales.

Los tratamientos o sistemas de corrección de la presbicia han evolucionado considerablemente, ofreciendo diversas alternativas para restaurar la visión funcional de cerca. Las opciones no quirúrgicas incluyen el uso de ayudas ópticas como gafas de lectura, bifocales, lentes ocupacionales, lentes de adición progresiva, las cuales proporcionan corrección graduada para diferentes distancias. Alternativamente, los lentes de contacto multifocales o la técnica de mono visión. En el ámbito quirúrgico, los avances en cirugía refractiva con láser, como la creación de mono visión, y especialmente el implante de lentes intraoculares multifocales, de enfoque extendido y lo último aprobado por la FDA, un fármaco (miótico especial) que actúa en el esfínter del iris con mínima estimulación del músculo ciliar provocando el efecto estenopeico (2 mm) lo que amplía la profundidad de foco y así lograr durante 9 o 10 horas el efecto de ver más claros y nítidos los objetos cercanos.

En resumen, la presbicia es una condición visual común e inevitable que forma parte del proceso normal del envejecimiento. Aunque no puede prevenirse, existen múltiples opciones para corregirla y mantener una buena calidad de vida. Identificar sus síntomas a tiempo y acudir a un profesional de la salud visual permite acceder a soluciones eficaces, desde lentes hasta tratamientos quirúrgicos. Cuidar nuestra visión es esencial para conservar la autonomía y el bienestar en la vida diaria. No se trata solo de ver bien, sino de vivir plenamente.

Marco Aurelio Torres Segura, OD.

Coordinador Académico CAMPLUS

Director científico Laboratorio Óptico Visualizamos